“El libro Historia de la Universidad de Sonora El STAUS y el desarrollo académico, de Miguel Castellanos Moreno, narra la forma en que entramos al STAUS entre octubre y noviembre de 1982, así como la larga lucha por la titularidad del contrato colectivo de trabajo, que usufructuaba un sindicato blanco con líderes a modo del patrón. Explica como la ganamos el 29 de junio de 1984, aunque hoy se trata de una fecha olvidada.
Si comparamos los derechos de que gozan ahora los académicos de nuestra Universidad, con los de otras instituciones locales de su tipo, podemos sentirnos privilegiados, pero estos no fueron un regalo gracioso de ninguna autoridad. En el libro de Miguel se relatan los planes del STAUS en aquella época, cuando fueron concebidos y publicados, los momentos de tensión y las dos huelgas estalladas en los años de 1985 y 1986. En especial deseo resaltar que había en nuestra propuesta sindical un proyecto académico que se expone allí, y que a pesar de haber obtenido resultados parciales, hoy hace de la Universidad de Sonora una institución diferente. La obra también expone cómo se defendió a la institución ante la intervención gubernamental, marcando así un compromiso del STAUS con la educación pública y gratuita. Eran años de ingreso abierto a la Universidad, sin rechazados y sin cuotas.
Se relata también cómo el STAUS fue el primer sindicato en México, y probablemente el único, que logró trazar, a favor de los maestros, una diferencia clara entre el contenido del Estatuto de Personal Académico y el Contrato Colectivo. Se compara la propuesta original de la administración universitaria con el resultado obtenido al final. Creo que la lectura del libro permitirá valorar lo que se tiene ahora y los riesgos en que se incurre cuando no se tiene conciencia de la diferencia entre uno y otro.
Mi experiencia en esos años me permite afirmar que, cuando se confía en el interés genuino de la gente que realiza realmente el trabajo académico, se puede plantear, y se puede luchar, por cambios verdaderos que son más profundos y duraderos que los intentos de las autoridades en turno. Quienes ocupan el poder en las universidades nunca rebasan los límites impuestos por aquéllos que les aprueban el presupuesto, es la razón por la cual siempre abordan cambios puramente cosméticos.
En el lapso de esa lucha la institución sufrió un fuerte desgaste y una profunda incomprensión de parte de “las fuerzas vivas” de Sonora. Fue agredida por la prensa, la radio y la televisión. A ellos los movía su carácter de clase social privilegiada y el sentimiento de que la Universidad era de su propiedad. Así, el crecimiento académico que se inició después de 1985 no fue reconocido, por el contrario, se trató a los universitarios como a un conjunto de rufianes que se habían apropiado de la Universidad de Sonora, misma que debía ser rescatada de esas manos. De allí se gestó el golpe brutal que le fue propinado en 1991, cuando promulgaron la ley 4 para conculcarle su autonomía universitaria. El libro contiene al final un balance escrito por mi en 1991 para defender el trabajo de los universitarios, fue publicado en un diario local y jamás fue retomado por nadie, después, como era de esperarse, fue relegado al olvido. En él se muestra como la Universidad había avanzado desde ser un manojo de intereses vulgares en 1982, cuando estaba en manos de un abogado que no sabía lo que era una verdadera universidad, para convertirse en 1990, en nueve años de autonomía, en una institución en verdadero desarrollo.
El libro de Miguel demuestra cómo y por qué, el esfuerzo del STAUS de aquellos años es piedra angular de lo que existe ahora. No se logró nuestra idea de un desarrollo autogestionado desde las unidades académicas, con participación general del STAUS, pero se consiguió una acumulación muy significativa de profesores con postgrado. La de Miguel es una de esas obras que pueden atrapar el interés del lector desde el principio. Leer la historia es siempre agradable para el ser humano, pero también es necesaria para orientar las acciones del presente, porque aquél que no sabe de dónde viene, difícilmente sabe a dónde va. Pienso que, por eso, la concepción de un STAUS académico está ahora abandonada y olvidada.”
Intervención del Dr. Arnulfo Castellanos Moreno en la presentación del libro en el Departamento de Sociología y Administración Pública.