EL PROXIMO 15 DE
OCTUBRE, NUESTRA ALTA CASA DE ESTUDIOS CUMPLE SEIS AÑOS DE INCESANTE LABOR EN
PRO DEL ENGRANDECIMIENTO CULTURAL DE LA JUVENTUD SONORENSE
LAS AUTORIDADES,
MAESTROS Y ALUMNOS UNIVERSITARIOS SE PREPARAN PARA CONMEMORAR DIGNAMENTE ESTE
SOLEMNE ACONTECIMIENTO
La satisfacción que da el cumplir fielmente la misión
impuesta por la sociedad; el orgullo de formar ciudadanos probos, guardianes
celosos del bienestar social y el progreso de su patria, es el motivo principal
por el cual la Universidad de Sonora y sus dignos dirigentes, tienen pleno
derecho a hacer resaltar la importante labor que, a favor de la cultura de
nuestro Estado, se efectúa en las generosas aulas de nuestra sagrada
Institución.
El pueblo de Sonora, año con año ve surgir nuevas esperanzas
de grandeza, cristalizadas en todos los jóvenes que en nuestra Universidad
reciben preparación debida para cooperar, eficazmente, a la superación
económica y espiritual del hombre. Sembrar inquietudes nobles para cosechar,
después, almas de fina sensibilidad a los valores humanos, es una de las
finalidades que más presente tiene nuestra Alma Mater. Y es por esto por lo que
la misión de ella se hermana, como ninguna otra, a las misiones postuladas por
las instituciones que mayor trascendencia han tenido en el desarrollo de la
historia. Pues a Perogrullo cabría decir que la ciencia, el arte y la filosofía
han recibido sus mayores impulsos, en todos los tiempos, del vigoroso fervor
con que las cultivan los miembros de las más connotadas universidades que, a
través de los siglos, han atalayado los infinitos horizontes de la
civilización. La Sorbona, Tolosa y Montpellier, en Francia, Bolonia en Italia,
Oxford y Cambridge en Inglaterra, Salamanca y Barcelona en España, Córdoba en
Argentina, San Marcos en Perú, y, en México, la Universidad Nacional Autónoma,
fundada en 1551 por Carlos V, son luminarias eternas del pensamiento universal.
Los más arduos problemas del intelecto, casi siempre han sido maravillosamente
esclarecidos por las fecundas inteligencias que alcanzaron las razones
fundamentales del mundo y la vida, arrebujados bajo el diáfano cielo de estos
templos de Minerva. Y ahora, en las extensas llanuras de este México norteño,
una hermosa flor del saber, como lo es nuestra joven Universidad, que también
desea constituirse en crisol de hombres, se encuentra próxima a celebrar el
sexto aniversario de su fundación, felizmente realizada por el plausible
esfuerzo de muchos honorables sonorenses percatados del significativo paso que
con ello se daba. Inmenso es el júbilo que experimentamos todos los que con
ella nos encontramos relacionados, y, por lo mismo, no existe mejor ocasión que
la presente, para afirmar, una vez más, el firme propósito que tenemos de
forjar en hecho auténtico, por medio de estudio y trabajo, el hermoso lema de
nuestra Institución.
EL SABER DE MIS HIJOS HARÁ MI GRANDEZA.